viernes, 21 de agosto de 2009

soy palabras. Soy la suma de mis dudas, de mis miedos, de preguntas sin respuestas y de respuestas que no recuerdan de dónde salieron. soy palabras, y a los 18 años perdí mi inspiración.
te lo dejé claro desde un principio: "puedes robarme besos y latidos, pero nunca te vayas con mis letras en tus bolsillos". Siempre supe que eras un inconformista, pero no veo necesario esto de dejarme sin nada qué escribir, ahora vivo en semanas de 7 Lunes, y paso los días embriaga de sentimientos que no puedo vomitar en ningún trozo de papel, siempre así: tan llena y tan vacía a la vez. aunque ¿sabes qué?, no quiero que me la devuelvas. puedes quedártela. de todas formas cuando algo termina no le pides a la otra persona absolutamente todo lo que pudiste darle; algunas cosas sí, pero sólo algunas: "oye, devuélveme la camisa y los CD's de Nirvana...ah! y también todas las caricias, por favor". no, no funciona así. Está bien, puedes quedarte con mis garabatos, con los que hablaban de lo que jamás fuimos, de todo lo que se quedó entre líneas. quédatelos. todos. que yo no soy sólo palabras.

viernes, 14 de agosto de 2009


los minutos se burlan de mí;
y si yo fuera manecilla también me reiría a carcajadas de la estúpida que se sienta a mirar el cielo mientras intenta fumarse el corazón y en cambio acaba atragantándose con el humo de su propia razón. Y es que no se da cuenta de que así gasta los momentos; que de tanto pensarlos se corroen, de tanto respirarlos terminan perdidos en el viento. "Deberías pensar menos, y vivir más". Sí, creo que voy a dejar este intento fallido de ordenar mi caos en el cenicero; déjame estar aquí, contigo. ¿no te incomodo? Es que esta noche me ha invadido el temor y no consigo desintoxicarme. Tengo miedo. Miedo de ti, de mí. De lo que nunca hemos sido. Miedo de lo sabido y lo que queda entre líneas. Miedo a lo esperado y a lo imprevisto.
Déjame estar. Aquí, contigo. ¿No te molesto? Estoy cansada de ordenar lo que la tormenta de la distancia ha dejado; dame sólo un momento. Juro que no serán dos. Pero permíteme este instante para fumar tu ausencia y respirarte, que me ahogo entre tanto vacío, que me consumo al ritmo que has decidido deborarme los latidos: a fuego lento.

miércoles, 5 de agosto de 2009


sabes bien que me sobran las palabras. la falta de éstas no es el problema. el problema es que no sé cuánto tarda el momento de la duda. sí, ya sabes: hasta cuando tendré que esperar para decidir que abrir mi corazón no será un suicidio de latidos. seguro que tú te sientes tan mareado como yo, y es que ha sido como si fuéramos los dos por la autopista en la misma dirección pero sentidos opuestos, a 100 km/h, con las ventanillas abajo y dejándonos embriagar por el aire del verano. y de repente..de repente aparecemos uno delante del otro. maldita sea, a cualquier persona le temblarían las pestañas si se cruza en la carretera con su perfecto copiloto conduciendo a 100 km/h.
y desde ese (irónicamente) accidental encuentro, has conseguido elevarme. como si fuera una pompa de jabón, una burbuja que revolotea entre las nubes de tu piel. créeme, me siento tan perdida como tú. ¿acaso no te das cuenta? yo sólo sé que un día me desperté con tus palabras en mi almohada y con las mías empujándose entre ellas ansiosas por salir de su escondite y llegar hasta ti. pero dime, ¿cuántas burbujas más abren los ojos con tus letras en su cama? yo no quiero alquilar mis besos una vez más, y una vez más cambiar tu boca al cambiar las sábanas.
dime algo que no le hayas dicho a nadie más. y de nadie más que tú serán mis palabras.

lunes, 3 de agosto de 2009

y esa eres tú: perdida en la habitación con una hoja llena de palabras tachadas. sin saber por dónde empezar a sentir. te despiertas un día cualquiera y te das cuenta de que hay alguien en el mundo capaz de romper con una mirada todos tus esquemas. tú, que te creías hecha de ébano y resulta que una única voz puede convertirte en simple humo. en nada.
y no sabes cómo vas a acostumbrarte a llevar una máquina latente en el pecho que parece a punto de estallar, cómo vas a volver a pedirle que se queda a tu lado cinco minutos más.

sábado, 1 de agosto de 2009

mi corazón no es un pez. y mira que se lo he repetido mil veces: "tú tienes sentimientos, no escamas". pero a él le gusta ir a su ritmo incluso aunque sepa que no es lo que le conviene. de hecho, estoy casi segura de que es precisamente lo que menos le conviene lo que más le atrae y le seduce. en fin, que mi corazón no es un pez. pero como anoche le dije entre susurros que lo envidiaba porque hay que tener agallas para sobrevivir a los disparos emocionales que recibía, él se tiró al agua; sin más, creyendo poder nadar eternamente. y cuando me di cuenta...ya me había pasado de latidos: murió vestido de agua, de ventrículo a ventrículo.