lunes, 19 de octubre de 2009


mis raíces absorben el vértigo de la vida, que fuera baila sola, sola de mí misma. Se enroscan como pueden en esta espiral áspera. Y mi cuerpo nada en partes sudando el mismo mar que lo ahoga. Tomo la forma del aire encerrado en este grano de arena del desierto, que obliga a retorcerme la piel para distraer los recodos de agujas y espinas que no cesan: es que estoy torcida dentro de la caja del tiempo, sin espacio para maniobras y sin valor para deslizarme por debajo de la puerta, desperezarme y emerger de estos agobios verticales. Soy un puzzle de huesos y sentimientos, un rompecabezas que gatea por las paredes y se dispersa en la búsqueda inútil de cualquiera de sus piezas.

ay...